Una mirada inquieta. Las miradas como la voz dicen tanto de nosotros que me atraen como un imán. Escudriñar en la mirada del otro, su esencia, su ser. No hay nada más hermoso que compartir con alguien la alegría de sentirte vivo, de poder decir, hoy es un día más en nuestras vidas.
Nada me importa, blanca o negra mariposa, que dichas anunciándome o malhadadas nuevas, en torno de mi lámpara o de mi frente en torno, os agitéis inquietas.